Conocido por su capacidad para reducir la aparición de arrugas, pero también se utiliza para tratar la sudoración excesiva, los espasmos del cuello, el ojo vago y la disfunción de la vejiga, así como para prevenir las migrañas crónicas. Cuando se inyecta, el Botox bloquea las señales químicas de los nervios que controlan los músculos. El uso más común del Botox es relajar los músculos faciales que causan arrugas alrededor de los ojos y en la frente. En aplicaciones cosméticas, el Botox se considera relativamente seguro y eficaz.
Nuestro médico analiza tu rostro, expresiones y objetivos estéticos para diseñar un plan 100% adaptado a ti.
Limpieza y desinfección de la zona a tratar para garantizar la máxima higiene y seguridad.
Utilizamos técnicas avanzadas y agujas ultrafinas para inyectar el Botox con la dosis exacta en los puntos estratégicos, minimizando molestias.
Realizamos un control posterior para asegurar que el resultado sea el esperado y resolver cualquier inquietud.
Recibirás indicaciones personalizadas del médico para mantener tu piel saludable y prolongar el efecto del tratamiento.
⚠️ No se recomienda en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni en personas con ciertas enfermedades neuromusculares.
💡 Nuestro médico estético evaluará tu caso de forma individual para confirmar si el Botox es el tratamiento más adecuado para ti.
La molestia es mínima, ya que usamos agujas ultrafinas y, si es necesario, aplicamos anestesia tópica.
Generalmente entre 4 y 6 meses, dependiendo de cada persona y sus hábitos.
Sí. El objetivo es suavizar las líneas, no congelar tu rostro.
Comienzan a notarse a los 3-5 días y se aprecian por completo entre los 10 y 15 días.
No, pero se recomienda evitar ejercicio intenso, masajes en la zona y exposición solar directa las primeras 24 horas.
Sí, cuando es aplicado por un profesional capacitado y con producto aprobado por las autoridades sanitarias.
No, si se aplica de forma correcta y en la dosis adecuada, el resultado es natural y armónico.
